Tienda Gucci en Seúl: el nuevo hogar que reflexiona sobre el medio ambiente
El imperio de Gucci se amplía con una nueva tienda en Seúl.
A simple vista parece superfluo, pero si lo introducimos en el contexto cultural, comprendemos que se trata de una obra que refleja los valores de una sociedad completamente diferente a la nuestra, la cultura coreana.
Su ubicación se encuentra en Itaewon, uno de los barrios más lujosos de Seúl.
Ha sido bautizada como “The Gucci Goak”; una palabra coreana que significa hogar tradicional; ya que la firma quiere que su nueva tienda sea un hogar para los fanáticos de Gucci. Un lugar cómodo y acogedor.
Para ello, la firma ha creado un espacio interior sorprendente, donde predominan los mosaicos. Las iluminaciones son completamente distintas, diferenciándose incluso del resto de tiendas de la misma firma
Esta tienda Gucci está dividida en diez plantas a las que se accede mediante una escalera de caracol impactante y brillante.
A través de ella, se accede a diferentes salas con decoración variada, destacando en ellas los espejos, las purpurinas y los brillantes, que combinan con un estilo clásico.
Además, el diseño de luminarias en acero y metal, crea un juego de luces y sombras rompedoras e impactantes.
A través de los espejos, se crea un efecto visual, expandiendo la superficie de venta hasta el infinito. Todo ello se potencia con la selección de materiales relucientes y fascinantes.
Esta nueva tienda Gucci trata de concienciar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y los recursos naturales, a partir del diseño exterior de su fachada.
Para entrar a la nueva tienda Gucci, se tiene que atravesar un bosque (representación simbólica de grandes dimensiones), y una vez que se accede, comienza el mundo de la fantasía.
Historia Gucci
Guccio Gucci, nació en 1881 En Florencia (Italia). En 1898 salió de su ciudad con el objetivo de encontrar trabajo fuera, consiguiéndolo en el Hotel Savoy de Londres.
Allí conoció los artículos de lujo y la sofisticación a través de los clientes que frecuentaban el hotel.
En 1921 Guccio Gucci decidió abrir una tienda pequeña de marroquinería en Florencia. Su éxito se debió a la calidad de los artículos que confeccionaba y al buen trato artesanal del cuero.
Con la ayuda de sus tres hijos, Aldo Gucci, Vasco Gucci y Rodolfo Gucci, empezó la expansión. La oferta tan limitada de cuero que empeoró por la Segunda Guerra Mundial, les obligó a utilizar materiales atípicos en sus confecciones como el lino, yute y bambú.
La creación de bolsos originales confeccionados con materiales novedosos, hizo que se convirtieran en piezas deseadas por las celebrities; apareciendo incluso en películas.
Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, Aldo Gucci abrió una sucursal en Nueva York internacionalizando GUCCI.
En los años 60 se creó el famoso logo de Gucci, dos GG entrelazadas en honor a su fundador Guccio Gucci fallecido en 1953. Este logo se empezó a estampar en prendas de vestir y accesorios.
Tras la muerte de uno de sus hijos (Vasco Gucci), Aldo Gucci y Rodolfo Gucci le compraron a su mujer su porcentaje de la empresa (ya que no tuvo descendencia). Los porcentajes de la empresa quedaron divididos entre estos dos hermanos (cuya relación era bastante buena hasta que entraron en el negocio sus hijos).
En 1983 Rodolfo Gucci muere, y su participación del 50% pasa a manos de su único hijo Maurizio Gucci. Poco después, Paolo Gucci le vende su participación de la empresa (3.3%) a su primo Maurizio, para abrir y empezar con su propia empresa.
A partir de ahí, la paz familiar abandonó a los Gucci. Paolo Gucci denunció a su primo Maurizio Gucci por fraude fiscal (lo mismo que también hizo con su padre Aldo Gucci). Las decisiones impulsivas que tomaba Maurizio en la empresa de Gucci, hizo que perdieran mucho dinero y que empezara a acumular deudas. Posteriormente, en 1993, Maurizio Gucci vendió todas sus participaciones de Gucci.
En 1995, Maurizio Gucci murió asesinado por un sicario bajo la orden de su exmujer, Patrizia Reggiani. Con su fallecimiento se puso fin a la dinastía Gucci.
La marca renació gracias a Tom Ford y Domenico de Sole.
